lunes, enero 31

Cómo explicar que la noche es un surco
que se eleva desde mi costado.

Cómo hablar de las sombras que brotan y traspasan
los muros que me contienen.

De mis alas de pájaro muerto cerradas al viento.
Del silencio que tiene miedo
del miedo que arropa el silencio.

Cómo explicar la lágrima inmensa que es mi nombre.

Una flor ajada en las manos, así soy
así me retiene la honda oscuridad
en las horas vacías cuando cruzo la orilla
hacia nunca
hacia nada...

jueves, enero 27

Quiero que me sientas...
No me refiero a ésta piel que me pesa
ni a éstos labios en carne viva
tampoco a las palabras que se nos vuelven humo en la boca.
Quiero que me sientas cuando te observo en silencio
por no traspasar la paz que te envuelve.
Intúyeme si en un abrir y cerrar de ojos crees haberme visto pasar a lo lejos.
Escúchame más allá de los kilómetros de asfalto que nos separan
si estás atento, sabrás que es mi voz llamándote lo que la brisa murmura.
No condenes las ansias de tenernos a la cárcel del roce y las manos.
Si un día te faltan mis ojos, mis labios, mis dedos
si me voy y me pierdo,
entiende que seré yo y no el viento quien se enrede en tu pelo
serán mis caricias y no la lluvia precipitándose en tu cuerpo
mi lengua y mis dientes erizándote por dentro.
Si en verdad me voy y me pierdo,
piensa que si una náusea o algún suspiro improvisado te sorprende
seré yo que habré encontrado el camino de regreso.

miércoles, enero 19

Ven, acercate a mi
quiero embriagarte con el aliento de mis suspiros
rozarte los labios
emprender la búsqueda de lo no conocido:
Eso que tanto deseo
eso que tanto anhelo
tu figura al desnudo
tu alma al descubierto

Ven, acercate a mi
no tengas miedo del amor que te profeso
quiero enseñarte lo que sé, lo que siento
hacerte mio por todos los tiempos

No dudes mas y déjame acariciarte
que muero por recorrer tu cuerpo entero
y grabar en cada centímetro
la huella indeleble de mis besos...

jueves, enero 13

Hoy he venido amanecida de primaveras.
Descalza
a paso lento avanzaron mis pies
bebiéndose tu rastro de hojas secas.

Un murmullo de miradas incompletas
acostumbra hacer tierra por debajo de mi piel
sabes que las entrelazo
y con ellas levanto un puente
por el que cruzo hasta ti.

Tus labios rotos
me enseñan la distancia.

De frente
bajo el peso de las palabras ausentes
yo te escucho
para que el metal del silencio
no se coma el sabor de tus heridas.

martes, enero 11

Yo, la más quebrada de las rosas
la que de noche sale a despegar estrellas
mujer obscura de pálidos deseos
cansada de romperse las uñas se las ha mordido.

Yo y tambien la otra
esa que sin dormir se acuna en tus manos
y va tejiéndose óxido en los labios
y una ráfaga de lágrimas rancias
le corroe los ojos.

Yo
y todas aquellas que me pueblan
guerreras y santas sosegadas
amazonas retorciéndose como lombrices
en un mismo cuerpo.

Yo
absoluta y dividida
me entrego a ti y al resto de hombres que eres
única e indisoluble
pero tuya
ya no mia, ni de otro...

viernes, enero 7

Te equivocas,
ésta cueva a la que vuelves en penumbra
no es dueña de historias
ni gime silencios agrietados viajeros del viento.

No es mi boca la que exploras
cuando hundes tus ejes queriendo dar fondo en mi seno.

Hay otros caminos que me conducen,
agujeros subterráneos que me guardan en su centro.
Tú no los conoces,
están más allá de lo que alcanzan tus manos voraces
muy lejos del abismo que encuentras cuando me invades
y te detienes,
dislocado entre lugares que no encajan en tu tiempo.

No soy la que descubres desordenándose los átomos frente al espejo
tampoco la que adviertes peinando sueños a medida de almohada.

Ven,
acércate
y dime ahora lo que en verdad ves...

lunes, enero 3

Mi cuerpo es la ausencia de tu cuerpo.
Me miro al espejo y todo cuanto se refleja no es más que una negrura inmensa,
intento tocarme y descubro que mis manos ya no son mías
una especie de hueco irregular me ha devorado por completo.
Durante el día simplemente ya no existo
y en las noches sólo llego a ser sombra absurda de tu sombra
eco desprendido del hilo de tu voz
que a lo lejos rebota en ventanas equívocas.
En mi pecho retumba el tic-tac sin compás de un reloj desorbitado que ha perdido la noción de su tiempo.
Ahora todo lo que marca es distancia,
Indiferencia.