Despertarse un día cualquiera
con ganas de cambiar las sábanas
abrir todas las ventanas
poner al revés la ubicación de la tv y el sofá
salir de la cama
con ansias de beber leche directamente de la botella
y no hacer nunca más tostadas
cambiarlas por gominolas
o los restos de pizza de la noche anterior
encender los ojos
y el cuerpo
y el pecho
sentarte al pie del balcón
respirar
suspirar
e inexplicablemente volver a desear que llueva...