Tengo un amor que te espera
acurrucado entre las cuencas de mis ojos
temeroso a la lejanía de tu cuerpo
frágil ante el plástico
que amenaza con forrarnos el firmamento
Tengo un amor que estalla por mi ombligo
y se esparce por el aire
buscando tu camino
para que con un poco de suerte
estés donde estés
mi aroma te penetre
Tengo un amor que me suaviza la piel
que levanta sospechas a cada lado
y segrega milojas en mi lengua
con tan solo recordar
el terciopelo de tus labios
Tengo un amor a prueba de tormentas
que no se encoge con las lágrimas
cien por ciento artesanal
hecho de suspiros madurados al sol
y fermentado bajo el atardecer de mis anhelos
Tengo un amor de una sola pieza
exclusivo
callado
satinado
del color que quieras
Tengo un amor contenido
taladrándome en el pecho
él solito se calienta y enfría
según el día
y tú te los estás perdiendo...
martes, noviembre 30
viernes, noviembre 26
Desnudo
llegas a mi cama como la noche abierta
tus ideas irreverentes retozan en mi regazo
somos sombras escasas de lágrimas
pájaros que abren sus alas bajo el reflejo de la soledad
Tus sueños encajan en el hueco de mis párpados
corazones deshabitados, eso somos
tu mano en mi herida, tu herida en mis labios
asi nos vamos abriendo paso en éste ascenso primitivo del dolor
El amor nunca basta
los deseos se hacen más largos colgados de tu pelo
un eco nace de mis silencios, allí
en ese bosque que se desgaja desde tu pecho
Nadie nos obliga a abandonarnos
pero huimos
es ésta fatiga de la inminente ausencia
ésta sed de nuestras pieles descubiertas
suicidas que se postergan
una y otra vez...
llegas a mi cama como la noche abierta
tus ideas irreverentes retozan en mi regazo
somos sombras escasas de lágrimas
pájaros que abren sus alas bajo el reflejo de la soledad
Tus sueños encajan en el hueco de mis párpados
corazones deshabitados, eso somos
tu mano en mi herida, tu herida en mis labios
asi nos vamos abriendo paso en éste ascenso primitivo del dolor
El amor nunca basta
los deseos se hacen más largos colgados de tu pelo
un eco nace de mis silencios, allí
en ese bosque que se desgaja desde tu pecho
Nadie nos obliga a abandonarnos
pero huimos
es ésta fatiga de la inminente ausencia
ésta sed de nuestras pieles descubiertas
suicidas que se postergan
una y otra vez...
jueves, noviembre 25
Qué suerte la tuya que mi amor no te duele
y puedes ser todo lo feliz que quieres
ahora que me has olvidado para siempre.
Afortunados tus ojos que miran al mundo sin verse
afortunadas tus manos que reparten caricias sin dañarse
afortunada tu boca que habita otras bocas
afortunado tú que te llevas invariablemente contigo
y no tienes que reclamarte cada instante que pasa sin saberte
Qué suerte la tuya que ignoras la punzada de un corazón herido
y portas la espada sanguinaria que embiste y agrede.
y puedes ser todo lo feliz que quieres
ahora que me has olvidado para siempre.
Afortunados tus ojos que miran al mundo sin verse
afortunadas tus manos que reparten caricias sin dañarse
afortunada tu boca que habita otras bocas
afortunado tú que te llevas invariablemente contigo
y no tienes que reclamarte cada instante que pasa sin saberte
Qué suerte la tuya que ignoras la punzada de un corazón herido
y portas la espada sanguinaria que embiste y agrede.
martes, noviembre 23
Ésta noche quiero
enredarme en tus piernas de ágil guerrillero
tenderme como lienzo
y esperarte entera
para que llegues con tus besos que juegan
a deslizarse por mi cuello de gacela
Quiero tus labios mojados sobre mi piel de avena
que sientas clavarse en tu pecho mis senos
encendidos por la llama de tu lengua
pedirte que bajes hasta mi ombligo
a ese centro donde todos mis sueños se agitan y revolotean
mientras me rodeas con tus brazos imponentes como ceibas
Quiero embravecerte, morderte
escabullirme despacio hasta encontrarte
y que te levantes firme ante mi
para escalarte, recorrerte abajo arriba
arriba abajo
y sentir como te vas adentrando
hurgando en esa cueva que refugia ternura
donde rompen las olas
por el vaivén de nuestras mareas
y quiero ahogar los ardores
en tu saliva y tu sudor
que me aprietes y gatear en tu espalda
hasta que explote y explotes de tanto fervor
y apaciguarnos
lamiéndonos como bestias
acunándonos
yo en tu regazo
y tu en mis entrañas.
enredarme en tus piernas de ágil guerrillero
tenderme como lienzo
y esperarte entera
para que llegues con tus besos que juegan
a deslizarse por mi cuello de gacela
Quiero tus labios mojados sobre mi piel de avena
que sientas clavarse en tu pecho mis senos
encendidos por la llama de tu lengua
pedirte que bajes hasta mi ombligo
a ese centro donde todos mis sueños se agitan y revolotean
mientras me rodeas con tus brazos imponentes como ceibas
Quiero embravecerte, morderte
escabullirme despacio hasta encontrarte
y que te levantes firme ante mi
para escalarte, recorrerte abajo arriba
arriba abajo
y sentir como te vas adentrando
hurgando en esa cueva que refugia ternura
donde rompen las olas
por el vaivén de nuestras mareas
y quiero ahogar los ardores
en tu saliva y tu sudor
que me aprietes y gatear en tu espalda
hasta que explote y explotes de tanto fervor
y apaciguarnos
lamiéndonos como bestias
acunándonos
yo en tu regazo
y tu en mis entrañas.
sábado, noviembre 20
Después de éste instante
ya solo sentiré el sabor amargo en la boca,
el cansancio en la lengua
y aquel nudo en la garganta tras una fila de palabras
que se aparcaron rotas
allí donde la verdad se muerde para que no duela más.
Lo sé.
El tiempo borrará mi nombre de tu memoria
mi rostro
mis caricias
tal vez no prevalezca nada que te haga recordar
por eso aquí
ahora
me quedo con el eco de tu voz
y tus manos en las mias
me quedo con ésta noche llena de desaciertos
sin estrellas que cumplan deseos
y me aferro al último hilo de felicidad prendido de tus brazos
multiplicando cada segundo
para que me dures por toda la eternidad que me espera
alejada de ti.
ya solo sentiré el sabor amargo en la boca,
el cansancio en la lengua
y aquel nudo en la garganta tras una fila de palabras
que se aparcaron rotas
allí donde la verdad se muerde para que no duela más.
Lo sé.
El tiempo borrará mi nombre de tu memoria
mi rostro
mis caricias
tal vez no prevalezca nada que te haga recordar
por eso aquí
ahora
me quedo con el eco de tu voz
y tus manos en las mias
me quedo con ésta noche llena de desaciertos
sin estrellas que cumplan deseos
y me aferro al último hilo de felicidad prendido de tus brazos
multiplicando cada segundo
para que me dures por toda la eternidad que me espera
alejada de ti.
viernes, noviembre 19
Al amor le queda poco. Por las noches, debajo de los árboles que vigilan mi ventana, le oigo agonizar.
Se le han secado los ojos de tanto perseguir desvíos en la obscuridad, sus manos ya no alcanzan, sus labios ya no rozan melocotones fundidos en la miel del deseo, se han vuelto ásperos y fríos como la soledad de hierro en las auroras del invierno.
El amor se hace viejo, allí donde ya no llueven caricias a ninguna hora del día. Se ha cansado de correr y esperar al mismo tiempo, sentado en el banco donde ya nadie se sienta suplica palabras caidas en bocas rotas y en lugar de una sonrisa porta una mueca sin forma que calza con el hueco que dejó su corazón antes de pulverizarse.
Los chocolates y los ositos de peluche perdieron su dueño, las canciones ya no se susurran y los oidos ya no bailan al compás de serenatas bajo la luna.
Se acabaron los poemas de media noche y las horas en vela para perderse en expediciones de montañas y valles color piel.
Todo se ha ido al carajo porque en nombre del amor todo ha sido en vano.
Se le han secado los ojos de tanto perseguir desvíos en la obscuridad, sus manos ya no alcanzan, sus labios ya no rozan melocotones fundidos en la miel del deseo, se han vuelto ásperos y fríos como la soledad de hierro en las auroras del invierno.
El amor se hace viejo, allí donde ya no llueven caricias a ninguna hora del día. Se ha cansado de correr y esperar al mismo tiempo, sentado en el banco donde ya nadie se sienta suplica palabras caidas en bocas rotas y en lugar de una sonrisa porta una mueca sin forma que calza con el hueco que dejó su corazón antes de pulverizarse.
Los chocolates y los ositos de peluche perdieron su dueño, las canciones ya no se susurran y los oidos ya no bailan al compás de serenatas bajo la luna.
Se acabaron los poemas de media noche y las horas en vela para perderse en expediciones de montañas y valles color piel.
Todo se ha ido al carajo porque en nombre del amor todo ha sido en vano.
lunes, noviembre 15
Debajo de ésta piel de amazona herida
profunda y solitaria
estallan universos desconocidos.
Debajo de ésta piel que se curte de polvo
y se marchita con los años
particulas en constante revolución la agitan
agujeros negros o galaxias tal vez
aparecen y desaparecen
desbordándola.
Debajo
se abren estrellas en lugar de ojos
y puedo ser tierra al mismo tiempo que río,
allí debajo
yace una cuna entre planetas reales e imaginarios
y en el silencio esencial en que se desvelan los misterios
se gestan voces que llorarán más vida después de la vida.
profunda y solitaria
estallan universos desconocidos.
Debajo de ésta piel que se curte de polvo
y se marchita con los años
particulas en constante revolución la agitan
agujeros negros o galaxias tal vez
aparecen y desaparecen
desbordándola.
Debajo
se abren estrellas en lugar de ojos
y puedo ser tierra al mismo tiempo que río,
allí debajo
yace una cuna entre planetas reales e imaginarios
y en el silencio esencial en que se desvelan los misterios
se gestan voces que llorarán más vida después de la vida.
sábado, noviembre 13
lunes, noviembre 8
Días sin luna ni sol
Días que se ahogan
Días tristes
Días que son el mismo que se repite
Días sordos
Días frios
Días agrios
Días vegetativos
Días que no me sirven
Días que enloquecen
Días absurdos
Días oscuros
Días muertos
Días que no tienen fin
Días mustios
Días cóncavos
Días perdidos
Días llenos de sombras
Días faltos de todo
Días que duelen
Días que matan
Días sin ti.
Días que se ahogan
Días tristes
Días que son el mismo que se repite
Días sordos
Días frios
Días agrios
Días vegetativos
Días que no me sirven
Días que enloquecen
Días absurdos
Días oscuros
Días muertos
Días que no tienen fin
Días mustios
Días cóncavos
Días perdidos
Días llenos de sombras
Días faltos de todo
Días que duelen
Días que matan
Días sin ti.
sábado, noviembre 6
Hay cosas que no parecen remediarse.
el hecho de no contemplar más tu sonrisa,
que tus palabras ya nunca me rocen,
no sentirte susurrando canciones en mis oidos,
arruyándome con tu acento de asfalto citadino
que un día me prometía cosas sin yo pedirlas
sin preguntarlas,
cosas tan grandes como una montaña
o una piñata rellena de ilusiones acarameladas,
de sueños, de hipótesis con pies de algodón
enfundados en un mañana cristalizado por la incertidumbre.
Tu olvido se hace inminente.
Aún estando sentados lado a lado somos como dos extraños,
dos seres que no se reconocen mas allá del centimetro que los separa
donde la sola presencia se hace incómoda
incitándonos a escondernos en otras caras, otras facetas
que no traigan recuerdos ni viejas miradas
para no tener que corresponderlas.
Yo muero cada instante por inspirarte
por volver a arrancar de tu boca acordes y poesias
por que alumbres mis ratos de insomnio con tu dulzura
y tus ojos me enciendan y me cuenten una historia distinta,
una que vuelva a creer en los dos
que no acabe aquí,
una que no acabe nunca...
el hecho de no contemplar más tu sonrisa,
que tus palabras ya nunca me rocen,
no sentirte susurrando canciones en mis oidos,
arruyándome con tu acento de asfalto citadino
que un día me prometía cosas sin yo pedirlas
sin preguntarlas,
cosas tan grandes como una montaña
o una piñata rellena de ilusiones acarameladas,
de sueños, de hipótesis con pies de algodón
enfundados en un mañana cristalizado por la incertidumbre.
Tu olvido se hace inminente.
Aún estando sentados lado a lado somos como dos extraños,
dos seres que no se reconocen mas allá del centimetro que los separa
donde la sola presencia se hace incómoda
incitándonos a escondernos en otras caras, otras facetas
que no traigan recuerdos ni viejas miradas
para no tener que corresponderlas.
Yo muero cada instante por inspirarte
por volver a arrancar de tu boca acordes y poesias
por que alumbres mis ratos de insomnio con tu dulzura
y tus ojos me enciendan y me cuenten una historia distinta,
una que vuelva a creer en los dos
que no acabe aquí,
una que no acabe nunca...
martes, noviembre 2
Puede ser que alli
en tu esfera de plata
no me extrañes
y que se te pasen los dias
y las noches
tan rapido
que no tengas tiempo
para devanarte los sesos
como yo lo hago
y puede ser que seas capaz
de volver a dormir
mientras yo intento
comprimir el universo
en una sola ráfaga
de algun aliento fugitivo
que se te haya escapado
pronunciando mi nombre
sin querer
o dejandome caer
casi hipnótica
por la rendija de tus ojos
buscando desesperadamente
aquel umbral de luciérnagas
incandescentes
que me lleve al otro lado
de tus sueños
y abandonarme asi
medio liquida
medio astral
a las puertas de tu inconciencia
para siempre.
en tu esfera de plata
no me extrañes
y que se te pasen los dias
y las noches
tan rapido
que no tengas tiempo
para devanarte los sesos
como yo lo hago
y puede ser que seas capaz
de volver a dormir
mientras yo intento
comprimir el universo
en una sola ráfaga
de algun aliento fugitivo
que se te haya escapado
pronunciando mi nombre
sin querer
o dejandome caer
casi hipnótica
por la rendija de tus ojos
buscando desesperadamente
aquel umbral de luciérnagas
incandescentes
que me lleve al otro lado
de tus sueños
y abandonarme asi
medio liquida
medio astral
a las puertas de tu inconciencia
para siempre.
lunes, noviembre 1
JJ parecia ser un niño normal ante la mirada de los demás. No tenia nada en especial, salvo sus ojos desorbitados en combinación con su sonrisa de loco y su extrema delgadez.
Siempre aparecia en el parque a la hora de jugar y aunque nadie sabia bien dónde vivía, la sensación para todos en el barrio era como si él siempre hubiese estado ahí, inclusive antes de nosotros.
Era el mejor para correr y si se trataba de esconderse no había quien le encontrase. Hasta el día de hoy su escondite secreto sigue siendo uno de esos misterios sin revelar y a menudo pienso que quizás su éxito se debía a que muy en el fondo no queriamos encontrarle por la magia colectiva de creer que se habia desvanecido.
Recuerdo la primera tarde que llevé a JJ a casa a merendar mi madre le preguntó a qué nombres correspondían sus iniciales, él haciendo un gesto de desconcierto respondió que a ninguno, Simplemente Jota Jota. Así era él, natural y espontáneo como su nombre o como aquellas historias que contaba escarbadas entre el limite de su realidad y fantasia pero que nos juraba haber visto o escuchado.
Alguna vez quise ser como JJ, podia quedarse jugando hasta muy tarde, no tenia que hacer tareas porque contrario a su edad no iba a la escuela, trabajaba en las calles vendiendo de todo un poco como él mismo decia. Si, alguna vez quise ser como él y muchas otras rezaba para que fuese él como yo.
Esa misma tarde y luego muchas más mi madre me preguntaba dónde vivía JJ. La respuesta siempre era la misma: - En la esquina.
¿ Cual ? -replicaba ella.
- En todas mamá ...En todas.
Siempre aparecia en el parque a la hora de jugar y aunque nadie sabia bien dónde vivía, la sensación para todos en el barrio era como si él siempre hubiese estado ahí, inclusive antes de nosotros.
Era el mejor para correr y si se trataba de esconderse no había quien le encontrase. Hasta el día de hoy su escondite secreto sigue siendo uno de esos misterios sin revelar y a menudo pienso que quizás su éxito se debía a que muy en el fondo no queriamos encontrarle por la magia colectiva de creer que se habia desvanecido.
Recuerdo la primera tarde que llevé a JJ a casa a merendar mi madre le preguntó a qué nombres correspondían sus iniciales, él haciendo un gesto de desconcierto respondió que a ninguno, Simplemente Jota Jota. Así era él, natural y espontáneo como su nombre o como aquellas historias que contaba escarbadas entre el limite de su realidad y fantasia pero que nos juraba haber visto o escuchado.
Alguna vez quise ser como JJ, podia quedarse jugando hasta muy tarde, no tenia que hacer tareas porque contrario a su edad no iba a la escuela, trabajaba en las calles vendiendo de todo un poco como él mismo decia. Si, alguna vez quise ser como él y muchas otras rezaba para que fuese él como yo.
Esa misma tarde y luego muchas más mi madre me preguntaba dónde vivía JJ. La respuesta siempre era la misma: - En la esquina.
¿ Cual ? -replicaba ella.
- En todas mamá ...En todas.
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