Voy a dejarme caer
líquida
desde lo alto de tu nombre
o tal vez mi deber sea quebrarme
estallar
porque ya no me cabes entre los huesos
porque soy como la ola enfurecida
y tu la piedra que sin piedad me penetra
me deshaces
me rompo
y nada queda del choque de mi ímpetu
contra tu cuerpo
nada sino espuma que hierve
y se resbala
ni un crujido, ni una grieta que me guarde
sólo otra ola
otra embestida
y la noche eterna de mi fluir
contra tu arena desierta...
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