Esta mujer que soy
ha venido desde otros tiempos
cruzando mares y montañas
traspasando barreras
subida en la nave de piel y huesos
de todos mis ancestros.
Esta mujer que ríe
y llora sin miedo
lleva en su pecho el tambor incesante
de miles de batallas mortales
libradas contra esas otras amazonas
que una vez también fuí.
Porque no ha sido una sino muchas
las voces que gimieron al concebirme.
Soy un eslabón más de ésta tribu de guerreras
de caderas anchas y fuertes convicciones.
A ellas las invoco y lucho
en éste mundo que me tocó vivir.
Por ellas me rebelo en la que soy
contra las que pude haber sido
esas otras que me señalan con el dedo
por detrás de los espejos.
Bendigo sus genes
porque de ellas está hecha la mujer que soy.
La mujer que me gusta ser.
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