lunes, marzo 7




Si tal vez me dejara beber de tus manos
si desprotegida me recorrieran
y anidaran sus sueños de amor y futuro
en mi

Si esas manos tuyas entre si me guardaran
como a un secreto sagrado y milenario
o si juntaran mi arcilla
y me construyeran una y otra vez
desde cero
muriendo y renaciendo de tus dedos

Sería manantial desbordado y no desierto
tierra removida contra yema nudillo y puño
sería verde selva
blanca espuma
trueno tormenta brisa
yegua arisca desbocada pradera abajo
forcejeo y látigo
todo al mismo tiempo

pero nunca más ésta hilera de palabras huecas
que ya nada hablan de mi
y sin embargo las escribo y te las grito
a tí, que estás sordo
allá donde estés.

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