Camino sola
fuegos grices contra surcos fúnebres
dibujándose, desvaneciéndose
trazándome laberintos
enredando salidas imposibles tras mis pies
Mi voz lejana se hace de piedra.
El cielo es una bóveda de acero
que hace llover gargantas ciegas y punzantes
infladas de angustia
Pensar...
sólo pensar
que tal vez el juego consiste en seguir dando vueltas.
Resistir
o
desistir
cuando ya nada te hiere más que
tu propia esencia.
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